Musicoterapia para niños autistas

Los beneficios de la musicoterapia para niños con autismo

El autismo se define como un trastorno complejo, que puede adoptar muchas formas, y cuyos síntomas difieren en consecuencia. Afecta las habilidades sociales, lingüísticas y cognitivas de un niño. Una de las principales características de las personas con autismo es su dificultad para socializar y expresar sus sentimientos. La musicoterapia para niños autistas tiene una influencia positiva en el desarrollo de sus capacidades y puede mejorar su calidad de vida.

Autismo y musicoterapia

La musicoterapia tiene una influencia positiva en el desarrollo de la capacidad de los niños con trastorno autista. Una de las razones por las que los especialistas han comenzado a utilizar la música como terapia es porque estimula ambos hemisferios del cerebro. Por lo tanto, se puede utilizar una canción o un instrumento musical para fortalecer las habilidades cognitivas y sociales.

Además, la música promueve el comportamiento comunicativo y las relaciones interpersonales. El uso de un instrumento musical durante la terapia brinda a los niños con autismo la oportunidad de desarrollar alguna forma de relación con el objeto en sí mismo, primero, y luego comunicarse con los otros miembros del grupo, a través de la música.

¿Por qué la musicoterapia para niños con autismo?

Los estudios han demostrado que, cuando se utiliza la musicoterapia con niños y adolescentes con autismo, aumenta su nivel de concentración y atención, así como sus habilidades de comunicación (expresión, redacción, gestos y vocabulario). Su estrés disminuye. Su conciencia corporal y su coordinación física aumentan. Además, se ha observado que las personas con trastorno autista responden positivamente a los estímulos musicales, incluso cuando es difícil llamar su atención de otro modo.

Mediante la interpretación de la música, tanto de palabras como de sonido, se pueden desarrollar habilidades de comunicación. Los niños con autismo pueden, por ejemplo, aprender nuevas palabras a través de la canción o comprender, a través de los mensajes que transmite, cómo deben comportarse en una situación social. Crear grupos pequeños en los que escuchen música juntos, también puede aumentar su confianza en sí mismos, y hacer que se sientan lo suficientemente cómodos como para comentar algo o cantar.

La musicoterapia tiene como objeto establecer o mejorar la relación del niño con el especialista, pero también con otras personas: cuando los niños están acostumbrados a otros participantes, podemos invitar a otros miembros de la familia a participar en la terapia.

Por último, además de la mejora sensorial que provoca la danza, el desarrollo del lenguaje facilitado por las palabras y las dinámicas sociales creadas por el aprendizaje de un instrumento, el ritmo puede generar un juego espontáneo que estimula ambos hemisferios del cerebro y el cuerpo.

¿Cómo puede la musicoterapia ayudar a los niños con autismo?

La musicoterapia puede mejorar el nivel de vida de las personas con trastorno autista, gracias a los múltiples beneficios que ofrece:

La música proporciona estimulación sensorial

Muchos niños con autismo tienen necesidades sensoriales complejas, y están constantemente en busca de estímulos sensoriales. La musicoterapia ayuda a reducir los comportamientos no deseados y a desarrollar respuestas más adecuada a cada situación. Cuando una persona está en contacto regular con la música, recibe estímulos auditivos, visuales y táctiles. Es importante recordar que algunos niños sufren de una exposición excesiva a los estímulos sensoriales. Sin embargo, una de las ventajas de la música es que se puede adaptar fácilmente a las necesidades individuales.

La música estimula el cerebro

Los estudios demuestran que la música no solo es percibida por uno de los dos hemisferios del cerebro, sino que estimula tanto el lado izquierdo como el derecho. Solo escuchar música estimula las redes neuronales que están vinculadas a las emociones, la creatividad y el control motor.

La música proporciona estructura

La estructura de la música crea una sensación de seguridad y familiaridad en los niños con autismo. por lo general, las personas con trastorno autista se sienten mejor cuando saben lo que vendrá después. La mera participación en una actividad relacionada con la música parece reducir el estrés causado por las transiciones y las nuevas actividades. Para los niños que tienen dificultades para hacerlo sin repetir actividades, se pueden introducir canciones nuevas poco a poco, sin cambiar las rutinas establecidas en el resto de la sesión.

La música puede mejorar la comunicación

Muchos niños con autismo hablan poco. Además, muchos niños con problemas funcionales tienen dificultad para seguir instrucciones verbales y decodificar correctamente señales no verbales, como el lenguaje corporal. La música es un medio que no requiere palabras. A través de improvisaciones en el piano o en la batería, por ejemplo, el niño puede expresar enfado, tristeza, alegría, entusiasmo, etc.

En otros casos, la musicoterapia ayuda a desarrollar las habilidades lingüísticas ya existentes de varias formas. Así, la música puede permitir a los niños comprender conceptos, nombrar objetos e imágenes. Pero también mejorar su nivel de comprensión y desarrollar habilidades de comunicación.

Se cree que la música mejora la capacidad de asociar sonidos con acciones, al conectar el centro cortical auditivo con el centro motor. Esto puede facilitar la comprensión de las instrucciones verbales. Combinar música con acciones ayuda, con la práctica, a fortalecer las partes del cerebro relacionadas con el lenguaje.

La música promueve las interacciones sociales

Se ha descubierto que los niños con autismo se expresan más y son más comunicativos durante las sesiones de musicoterapia que durante las sesiones sin música. La investigación también ha demostrado que responden a las instrucciones de los especialistas con más frecuencia.

Los niños intercambian instrumentos musicales, juegan juegos musicales, se agrupan alrededor de un instrumento, y estas son solo algunas de las formas en que las sesiones de musicoterapia pueden fortalecer la comunicación. Se desarrollan habilidades sociales básicas, como la capacidad de turnarse, el contacto visual, la expectativa y la participación activa en actividades grupales. Al mismo tiempo, se fomenta el juego en grupo, lo que facilita que los niños formen relaciones con sus compañeros.

La música reduce el estrés

Los niños con trastorno autista son particularmente propensos al estrés, porque no pueden aislar los estímulos que lo provocan. Los estudios han demostrado que la musicoterapia reduce la ansiedad en personas con autismo. La investigación en esta área ha demostrado que después de dieciséis sesiones de veinte minutos en las que los participantes escucharon música, su estrés se redujo significativamente. La música clásica, y más en general cualquier música rítmica, es ideal a la hora de reducir la ansiedad en niños con autismo, porque el ritmo es fácilmente predecible.

La música contribuye al desarrollo de habilidades motoras, cognitivas y sociales

Los niños con trastorno de autismo a menudo tienen dificultades para aprender letras y números, así como para desarrollar habilidades motoras gruesas y finas. La musicoterapia también es útil en esta área, ya que puede ejercitar las habilidades motoras, cognitivas y sociales..

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