¿Mi hijo es autista? – Test y diagnóstico

Si sospecha que su hijo tiene un trastorno del espectro autista, hable primero con otros cuidadores y el personal de la guardería. ¿Qué observa cuando su hijo está jugando? Luego lleve a su hija al consultorio de su pediatra. Aquí se examina primero para descartar causas orgánicas. Además de eso, se le preguntará sobre desarrollos anteriores. Es probable que luego le remitan a un centro especializado para realizar más pruebas. ¿Mi hijo es autista?

Estos suelen ser puntos de contacto:

  • Prácticas psicoterapéuticas y psiquiátricas para niños y adolescentes (por ejemplo, el CSMJ).
  • Centros sociales pediátricos.
  • Prácticas o centros pedagógicos o de recuperación.
  • Centros especializados de terapia de autismo.

Los profesionales de cada centro realizarán exámenes físicos, psiquiátricos y neurológicos, y varias otras pruebas, a su hijo o hija. A menudo, también se observa a su hija en el juego y se le preguntará a usted, como madre o padre.

¿Cuándo comenzar a evaluar a mi hijo para el autismo?

A partir de los 18 meses puede visitar la consulta de pediatría y los departamentos especializados. Solo entonces la prueba es fiable a largo plazo.

Es bueno saberlo: incluso si las características autistas son notorias, no siempre tiene que ser trastorno del espectro autista (TEA). Los síntomas autistas a veces también pueden indicar TDAH o trastorno obsesivo-compulsivo. ¡Esto hace que las pruebas en los centros especializados sean aún más importantes!

¿Qué viene después del diagnóstico? – Terapia y tratamiento

Ahora serás asesorado por el personal especializado. A menudo, se recomienda la terapia en un centro especializado de psicoterapia para niños y adolescentes, un centro de terapia de autismo o un centro de intervención temprana.

Los retrasos en el desarrollo pueden compensarse con terapia ocupacional, logopedia, fisioterapia… Cuanto más joven es el niño cuando se hace el diagnóstico, mejor responde el cerebro a las terapias dirigidas.

Dependiendo del trastorno, también se elabora un plan de medicación con los fármacos adecuados (según cada caso individual). En algunos casos, se sugiere la terapia familiar a los padres para llevarse mejor con la nueva situación y encontrar reglas comunes para la vida cotidiana.

Ya ves que se avecina una maratón de médicos y terapeutas, que te tienes que cuidar tú también, y que vas a necesitar mucha paciencia. Sin embargo, la terapia para su hijo vale la pena en cualquier caso.

¿Cuál es el objetivo del tratamiento?

El objetivo siempre es acompañar las limitaciones del niño o niña con enfoques individuales, para que pueda participar en la vida sin obstáculos. Los enfoques se ajustan regularmente dentro de la terapia. Dependiendo de la edad de su hijo, la terapia también puede reducir los posibles problemas en la escuela. Los consejos adicionales para los padres pueden proporcionar alivio. Además de eso, ayudan a garantizar que haya espacio para las necesidades de todos los involucrados.

Causas de los trastornos del espectro autista

Como ocurre con muchos trastornos, la causa del autismo es controvertida. Los expertos asumen que el TEA se desencadena por varios factores: factores ambientales en la infancia, ambos padres son mayores, factores de riesgo en el embarazo y anomalías en el cerebro.

Sospechan que el desarrollo cerebral de los niños afectados ya es diferente antes del nacimiento. Porque: las estructuras del cerebro son fundamentalmente diferentes en las personas con trastorno del espectro autista que en las personas que no están afectadas. La predisposición genética también juega un papel importante aquí, si un niño en la familia tiene TEA, los hermanos tienen un 20 por ciento más de probabilidades de tener el mismo diagnóstico.

Autocuidado de los padres de niños afectados

Los padres cuyo hijo o hija tiene un trastorno del espectro autista naturalmente también llegan a sus límites. Por ejemplo, si el niño es agresivo en la vida cotidiana y las conversaciones no son posibles. A medida que el niño se convierte en adolescente, puede agravar los problemas existentes. Recomendamos empoderarse ahora. La palabra clave es autocuidado. Porque solo cuando está feliz, y sus necesidades están satisfechas, tiene suficiente energía para estar allí para su hija.

Puede recurrir a algo como esto:

  • Busque grupos de autoayuda para padres de niños afectados: un intercambio con personas en la misma situación puede ser aliviador y fortalecedor.
  • Consejos de crianza en los centros de orientación familiar. Si te atormentan las preocupaciones sobre el trato con el niño desde el diagnóstico, te recomendamos que busques consejos de crianza. Puedes encontrar centros de asesoramiento apropiados.
  • Para coordinar mejor las distintas necesidades e intereses en el día a día de la familia, a veces ayuda un cambio de aires y el apoyo de profesionales especializados.
  • En caso de estrés severo, puede recurrir a apoyo psicoterapéutico. Si están tan estresada por la situación que sufre su psiquis, no debes dudarlo: consigue apoyo de una psicoterapeuta para fortalecerte a ti y a tu salud mental.

La vida futura de del niño o niña

A pesar de la terapia, los niños afectados encontrarán una y otra vez dificultades en la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando sus compañeros exigen conversaciones espontáneas. Las reglas rígidas brindan estabilidad a los niños y jóvenes con TEA. El estrés surge cuando se les pide que cambien espontáneamente su comportamiento. Tienen que aprender a lidiar con eso. Es por eso que ir a la escuela también puede ser difícil. Muchas personas con autismo pueden vivir bien solas como adultos. Otros necesitan apoyo de por vida. A veces, los síntomas autistas individuales también cambian. El apoyo individual puede reducir la discapacidad en la vida social.

Entonces: como tantas cosas en la vida, el desarrollo posterior del niño depende de cada caso individual. Cuando el niño es amado y visto por lo que es, puede crecer y convertirse en un adulto feliz.

Lo que pueden hacer los padres

Por lo tanto, es importante que los padres continúen acompañando amorosamente al niño. Así que trate de entender a su hijo y su percepción. Su cerebro funciona un poco diferente. Como resultado, tiene una esencia diferente y habilidades diferentes a las tuyas, ninguna de las cuales es mejor o peor que la otra. Ninguna de estas es mejor o peor que la otra. Con la ayuda de la terapia individual para tu hijo o hija, y su cuidado personal, puede llevar una vida familiar con tranquilidad.