Científicos ‘contrarrestan’ síntomas de autismo usando un medicamento para la epilepsia
Un estudio reciente muestra que un medicamento para la epilepsia puede usarse para neutralizar o, en otras palabras, revertir o detener los síntomas del autismo en ratones.
El descubrimiento innovador proviene de un estudio reciente revisado por pares publicado en la revista Molecular Psychiatry.
Un equipo de expertos del Instituto Hector para la Investigación Traslacional del Cerebro (HITBR), Alemania, descubrió que el fármaco lamotrigina puede reducir los problemas sociales y de comportamiento relacionados con el trastorno del espectro autista (TEA).
Sus resultados ahora se promocionan como los más cercanos a un tratamiento potencial para humanos.
“Aparentemente, el tratamiento farmacológico en la edad adulta puede atenuar la disfunción de las células cerebrales y, por lo tanto, contrarrestar las anomalías conductuales típicas del autismo”.
Moritz Mall, biólogo e investigador principal
La lamotrigina es un medicamento que se utiliza para tratar la epilepsia y estabilizar el estado de ánimo de las personas que padecen trastorno bipolar.
El medicamento funciona al revertir los cambios en las células cerebrales causados por una mutación genética.
Los científicos han pasado años investigando intensamente las anomalías moleculares que contribuyen al TEA, y han identificado que la proteína MYT1L desempeña un papel en diversas enfermedades neuronales.
Para probar el impacto de la proteína en los síntomas del autismo, los investigadores del HITBR desactivaron genéticamente la proteína MYT1L en ratones y en células nerviosas humanas. Descubrieron que esto conducía a una hiperactivación electrofisiológica en neuronas humanas y de ratón, lo que afectaba la función nerviosa.
Los ratones que carecían de MYT1L padecían anomalías cerebrales y mostraban varios cambios de comportamiento típicos de los TEA, como déficit social o hiperactividad.
“Cuando las células nerviosas de deficiencia de MYT1L se trataron con lamotrigina, su actividad electrofisiológica volvió a la normalidad. En ratones, el fármaco incluso ayudó a frenar los comportamientos asociados con los TEA, como la hiperactividad”.
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