El coqueteo y el autismo no tienen por qué ser mutuamente excluyentes

Persisten muchos mitos sobre las citas con autistas, acerca de salir con personas autistas. Sheldon Cooper (Jim Parsons) en The Big Bang Theory, parece infantil y poco empático. Benedict Cumberbatch parece tan antisocial como su personaje el detective Sherlock Holmes. En Millenium, Lisbeth Salander prefiere observar su entorno que hablar con la gente.

Estos tres personajes son ejemplos ficticios de personas que viven con autismo. Cuando las personas autistas aparecen en el cine y la televisión, a menudo solo se muestran esos casos extremos. Pero, ¿la vida cotidiana es así en realidad? ¿Son las personas autistas poco empáticas y antisociales? ¿Cuáles son los desafíos de citas para las personas que viven en el espectro? ¿Y qué tiene que ver todo esto con la (in)capacidad de relación?

Mitos sobre las citas con autistas

El término correcto para el trastorno generalizado del desarrollo es trastorno del espectro autista (TEA). Puede expresarse en diferentes formas. Por ejemplo, como el síndrome de Asperger. Los afectados tienden a estar restringidos en los entornos sociales, o suelen repetir ciertos hábitos. Otras personas en el espectro viven con una debilidad en el filtro de estímulos: perciben ruidos y otros estímulos con mucha más intensidad que otros, lo que puede provocar un sobreesfuerzo en la vida cotidiana. ¿Qué significa esto para las relaciones? Analizamos cinco mitos sobre las citas con autistas.

Mito #1 – Sin estilo

Las personas con autismo no se preocupan por cómo se relacionan con los demás.

Parcialmente correcto. La serie de Netflix “Love on the Spectrum” es un programa de citas para personas que viven con autismo. Allí queda claro que los afectados sí piensan en la impresión que causan en la primera cita. Sin embargo, las personas con autismo a menudo eligen ropa práctica para no abrumar su cerebro con pensamientos superfluos.

Mito #2 – No coquetear

A las personas autistas les resulta difícil ligar.

Parcialmente correcto. “De todos modos, no verificamos el coqueteo”, explica Lena (autista) en una entrevista con el canal de YouTube Y-Collective. Ella describe cómo a menudo solo se da cuenta de que alguien ha estado coqueteando con ella una semana después de irse de la fiesta. A veces, a las personas autistas les resulta difícil coquetear debido a su naturaleza objetiva y directa. Sin embargo, este puede no ser el caso para todas las personas con autismo.

Menschen im Autismus-Spektrum: Kein Bock mehr auf Klischees | Y-Kollektiv (en alemán, se puede subtitular)

Mito #3 – Casi ningún interés

Las personas con autismo solo tienen un campo de interés especial.

Incorrecto. Claro, hay personas autistas con intereses especiales. Por lo tanto, un gran interés en ciertos temas u objetos. Sin embargo, esta cualidad es mucho menos común en la vida cotidiana de lo que se muestra en las películas y la televisión. Sin embargo, lo que a veces les sucede a los afectados es que rápidamente se pierden en sus temas favoritos. La otra persona debe ser abierta y comprensiva aquí para que la conversación continúe en una cita y pueda derivar posteriormente en una relación.

Mito #4 – Sin empatía

Las personas con autismo carecen de empatía.

Parcialmente correcto. A algunas personas autistas les resulta difícil empatizar con otras personas. Al igual que con todos los demás trastornos mentales, también existen diferentes manifestaciones del trastorno del espectro autista. Hay personas con autismo que son sociables y entretenidas. Al mismo tiempo, les puede resultar difícil empatizar con los demás.

Mito #5 – Sin relación

Las personas autistas son incapaces de relacionarse.

Incorrecto. Muchas personas que viven con autismo desean una relación. Así lo demuestra, entre otras cosas, la serie de Netflix “Love on the Spectrum”. Si la otra persona sabe sobre el autismo, nada se interpone en el camino de una relación. Además, las relaciones entre personas autistas no son infrecuentes, porque se encuentran con un entendimiento mutuo.