Autismo: las causas reales y los tratamientos naturales
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo y se considera incurable. Los afectados tienen dificultades en la interacción social, la comunicación y muestran comportamientos repetitivos como aplaudir o correr en círculos. Autismo: síntomas.
¿Qué es el autismo?
Según el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), el autismo es un trastorno generalizado del desarrollo de naturaleza neurológica, lo que significa que los cerebros de las personas autistas difieren de los de las personas no autistas.
Autismo: síntomas
Las características de las personas afectadas pueden ser, entre otras:
- otro procesamiento perceptivo
- dificultades en la interacción social
- problemas de comunicación
- dificultades en la comprensión social
- intereses y habilidades especiales
- comportamientos que no son inmediatamente comprensibles para las personas no autistas.
Pero, ¿cómo se manifiestas exactamente estos síntomas en las personas autistas?
Procesamiento perceptivo
En las personas autistas, los estímulos se filtran de forma diferente que en otras personas, por lo que pueden percibir sonidos, tacto, gusto, luz, colores u olores de forma más intensa o débil. Esto puede manifestarse, por ejemplo, en una fuerte sensibilidad a la luz, o una dificultad para mantener una conversación en lugares concurridos porque no se puede bloquear el ruido de fondo.
La llamada sinestesia también es bastante común en las personas autistas. Los diferentes sentidos se perciben juntos (como, por ejemplo, las personas escuchan sonidos y ven colores al mismo tiempo, o ven un color y tienen un sabor específico en la boca).
Sin embargo, algunas personas autistas también son menos sensibles a los estímulos: perciben el frío o el dolor con menos intensidad.
Dificultades en la interacción social
Las personas autistas tienen dificultades para tratar con otras personas en varios niveles. Por un lado, les resulta difícil comprender e interpretar a otras personas y, por otro, interactuar con ellas.
Comprensión social
A las personas con autismo les resulta difícil empatizar con otras personas, reconocer sus sentimientos, comprender su lenguaje corporal y entender por qué otra persona actúa de cierta manera. Esto puede llevar al hecho de que las personas autistas pueden parecer insensibles si consuelan torpemente a su contraparte o no pueden distinguir una risa feliz de una sonrisa forzada.
Dado que aproximadamente el 90% de la información de una conversación tiene lugar en un nivel no verbal, es difícil deducir lo esencial del 10% restante. Imaginemos si solo leyésemos cada décima oración de una historia; probablemente no la entenderíamos mucho, incluso con mucha imaginación.
Interacción social y comunicación
No solo leer a otras personas es un desafío para las personas autistas, también hay anomalías en su propia comunicación e interacción. Por ejemplo, no miran a sus contrapartes o miran muy poco cuando les hablan o, a menudo, transmiten señales diferentes de las que realmente quieren enviar a través de demasiada o muy poca distancia, voz demasiado alta, demasiado baja o monótona.
Algunas personas con autismo hablan poco, pero otras hablan mucho y, a menudo, no se dan cuenta cuando la otra persona ya está aburrida. Temas de conversación o comentarios inapropiados (por ejemplo, “estás gordo”) no son raros, ya que las personas autistas no son conscientes de que esto podría ser doloroso o incómodo para la otra persona.
Intereses y habilidades especiales
Muchas personas autistas tienen intereses especiales que persiguen intensa y apasionadamente. Estos pueden relacionarse con todas las áreas temáticas imaginables, desde matemáticas hasta ballet, ferrocarriles o animales raros. En aproximadamente una de cada diez personas autistas, se producen los llamados talentos de isla (también conocido como síndrome de Savant), es decir, talentos extraordinarios en un área determinada. Uno de los ejemplos más famosos de esto es el personaje Raymond de la película Rain Man, quien fue capaz de recordar todos los números de la guía telefónica, entre otras cosas, gracias a su memoria fotográfica.
Movimientos repetidos
Las personas autistas a menudo muestran movimientos que pueden parecer divertidos para un extraño. Mecen la parte superior del cuerpo, agitan las manos o se pasan las manos por el cabello una y otra vez. A veces intentan crear estímulos agradables a través de estos movimientos y escapar de los estímulos desagradables (por ejemplo, ruidos fuertes) o filtrarlos mejor. Al igual que con las personas no autistas, los movimientos también pueden servir como una oportunidad para lidiar mejor con situaciones estresantes.
Necesidad de persistencia
Debido a la dificultad de evaluar las situaciones sociales y predecir lo que sucederá a continuación, las personas con autismo tienden a tener la misma rutina durante todo el día. Así que les gusta tomar la mista ruta para ir al trabajo o a la escuela, comprar en el mismo supermercado o irse a la cama a la misma hora. Si se alteran estas rutinas normales (por ejemplo, al irse de vacaciones), esto puede significar un estrés considerable para las personas autistas.
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