Trastorno del espectro autista: síntomas y diagnóstico

El trastorno de espectro autista es un trastorno del desarrollo que, a menudo, genera un alto nivel de interés en los medios culturales y la sociedad. En la película Rain Man (1988), Dustin Hoffmann interpretó al autista Raymond Babbitt, quien, gracias a su “talento aislado”, puede contar cartas en el casino y recuperarlas de la memoria, y así gana mucho dinero. Autismo: síntomas y diagnóstico.

El término autismo se deriva del término griego autos, y significa “uno mismo; relacionado con uno mismo”. En la década de 1940, los austriacos Hans Asperger y Leo Kanner describieron de forma independiente diferentes trastornos autistas: el síndrome de Asperger y el autismo de la primera infancia. Estos dos trastornos, muy diferentes ahora, se combinan para formar e trastorno del espectro autista (TEA).

A continuación, se describen los síntomas y el diagnóstico de un trastorno del espectro autista.

Síntomas del autismo

El trastorno del espectro autista es un impedimento fundamental para el desarrollo general de una persona. Se caracteriza por los siguientes tres grupos de síntomas, que generalmente se pueden reconocer en la primera infancia, y que se pueden encontrar de por vida.

#1 Déficits en el trato con otras personas

Las personas con trastorno del espectro autista tienen dificultades particulares en las relaciones interpersonales. Las deficiencias ya son evidentes en los primeros meses de vida de un niño:

  • rara vez y de forma fugaz hacen contacto visual,
  • inician menos contacto con sus padres, y
  • no sonríen cuando se les sonríe.

Como resultado, es difícil para las personas con trastorno del espectro autista reconocer y comprender las emociones de los demás. También les cuesta “leer entre líneas” y comprender el humor y la ironía.

Estos patrones de comportamiento persisten en personas con un trastorno del espectro autista hasta la edad adulta.

#2 Déficits de comunicación

Los déficits de comunicación en los afectados pueden manifestarse de diferentes formas. Por un lado, el desarrollo del lenguaje puede retrasarse o estar ausente. Por otro lado, existen problemas en la comunicación del lenguaje verbal: por ejemplo, se habla de uno mismo en tercera persona (inversión pronominal) y se hacen preguntas o declaraciones inapropiadas. Los niños pequeños a menudo careen de juegos espontáneos e imaginativos. Las expresiones faciales y los gestos suelen estar ausentes, y la comunicación mutua no se inicia.

#3 Comportamientos repetitivos

El tercer grupo de síntomas del trastorno del espectro autista incluye conductas restringidas y repetitivas. Las rutinas diarias tienen lugar en rituales. Las desviaciones de las rutinas diarias ritualizadas generan incertidumbre y preocupan a los afectados. Los cambios, como mover los muebles, también inquietan a los afectados y pueden generar pánico.

También se pueden observar con frecuencia repeticiones de movimientos motores (por ejemplo, movimientos de manos o dedos). Los afectados suelen mostrar un gran interés en determinados temas o actividades.

Las demandas de una persona cambian a lo largo de toda la vida. Desde la primera infancia con cuidadores, principalmente familiares, hasta la edad adulta y la necesidad de independencia. Como resultado, la presentación clínica de un trastorno del espectro autista cambia a lo largo de toda la vida. Por lo tanto, el diagnóstico es particularmente desafiante para los profesionales médicos y psicológicos.

Diagnóstico del autismo

Debido a los síntomas cambiantes, el diagnóstico de un trastorno del espectro autista procede en dos etapas. El primer examen (etapa 1) se realiza si se sospecha un trastorno del espectro autista. Se examinan los síntomas específicos de la edad, y se lleva a cabo una evaluación clínica inicial de la persona.

Si se confirma la sospecha de un trastorno del espectro autista, se lleva a cabo la segunda etapa de la investigación. El interesado es derivado a un organismo especializado para realizar un diagnóstico completo y aclarar otras posibles causas de los síntomas.

Otro problema es la similitud de la apariencia clínica con otros trastornos del desarrollo y del comportamiento, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), los trastornos de ansiedad, los trastornos del desarrollo del lenguaje o el trastorno obsesivo-compulsivo.

Para un diagnóstico de autismo, los tres grupos de síntomas (déficits en la comunicación e interacción social, así como conductas repetitivas) ya deben estar presentes en la primera infancia. A veces, sin embargo, solo se pueden aclarar en fases posteriores de la vida. Según el impedimento del individuo, se determinan tres niveles de gravedad:

  • Severidad 1 (requiere asistencia).
  • Severidad 2 (requiere asistencia extensa).
  • Severidad 3 (requiere asistencia muy extensa).
Autismo: síntomas y diagnóstico