Los niños con trastorno del espectro autista son todos únicos

El trastorno del espectro autista (TEA), comúnmente denominado autismo, es un trastorno del desarrollo neurológico que está presente al nacer.

El autismo ahora es conocido como el trastorno del espectro autista (TEA). Incluye a los niños con autismo, pero también a los afectados por el síndrome de Asperger y a los que padecen un trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

Esta publicación informativa proporciona una descripción general del trastorno del espectro autista, para informar a los padres que creen que su hijo puede estar afectado.

¿Qué es el trastorno del espectro autista?

El trastorno del espectro autista es un trastorno del desarrollo neurológico que está presente al nacer. Las primeras manifestaciones pueden aparecer en la primera infancia, generalmente alrededor de los dos años de edad.

Este trastorno afecta muchos aspectos del desarrollo de un niño. Influye en la capacidad del niño para comunicarse y relacionarse con los demás, además de restringir sus áreas de interés.

Sin saber realmente por qué, este trastorno afecta de 4 a 5 veces más a los niños que a las niñas. Se dice que, aproximadamente, 1 de cada 68 niños será diagnosticado con un trastorno del espectro autista cada año.

Manifestaciones del TEA

Los niños con trastorno autista son todos únicos. Sin embargo, se pueden observar ciertos rasgos específicos en la mayoría de ellos:

  • Dificultad para mirar a las personas a los ojos.
  • Rigidez en alimentación (por ejemplo: siempre querer beber su leche del mismo vaso, o aceptar comer patatas a una temperatura determinada y solo si están trituradas y no tocan otros alimentos).
  • Aversión a ciertas texturas de ropa y alimentos.
  • Hipersensibilidad a ciertos ruidos o, por el contrario, el niño no parece perturbarse por ningún ruido.
  • Resistencia al contacto físico (por ejemplo, abrazos, caricias, besos).
  • Interés por los juegos repetitivos (por ejemplo: alinear constantemente coches pequeños, estar fascinado por los objetos que giran).
  • Una tendencia a adoptar movimientos inusuales, también llamados estereotipados (por ejemplo: balanceo del cuerpo, aplausos, torsión de los dedos).
  • Trastornos del sueño (por ejemplo: dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes o muy tempranos, mayor vigilia a las 3 a.m.).

Otros signos también podrían indicar la presencia de un trastorno autista:

  • El niño no responde cuando se le llama por su nombre (porque no entiende que se dirigen a él/ella, no como signo de oposición o por discapacidad auditiva).
  • Experimenta muchos momentos de frustración a diario, y la causa de su enojo es difícil de determinar para quienes lo cuidan.
  • Interactúa poco con los demás.
  • No tolera salidas, novedades, transiciones, lo inesperado, ciertos tipos de iluminación y ruido.
  • Es no verbal, es decir, desarrolla poca o ninguna capacidad para expresarse a través del lenguaje. Sin embargo, puede comprender más de lo que puede decir.

Causas del trastorno del espectro autista

Se desconocen las causas exactas del trastorno del espectro autista. Sin embargo, sabemos que algunos de los casos son hereditarios. Algunos investigadores creen que también intervienen factores ambientales.

Sin embargo, el comportamiento y las habilidades de los padres no causan el trastorno del espectro autista. Asimismo, no existe un vínculo entre la vacuna MMR (contra el sarampión, la rubéola y las paperas) y el trastorno del espectro autista. El médico detrás de esta controversia, el Dr. Wakefield, cometió varias malas prácticas graves y fue declarado culpable de fraude.

¿Cuándo consultar con el pediatra?

Consultemos con la pediatra de nuestro hijo si sospechamos que nuestro hijo tiene un trastorno del espectro autista.

Es importante informar la pediatra sobre cualquier signo de pueda conducir a un posible diagnóstico de TEA. Incluso podemos gravar algunos de los comportamientos de nuestro hijo que nos preocupan, de una manera discreta y respetuosa con nuestro hijo, para que podamos mostrárselo al médico. Esto podría permitirle una mejor comprensión de los comportamientos observados. Para confirmar el diagnóstico, el pediatra nos derivará a especialistas.

En general, son necesarias varias reuniones para la evaluación, y puede participar diferentes especialistas (por ejemplo, psicólogo, otorrino, terapeuta ocupacional, neurólogo, psiquiatra). Sin embargo, solo los médicos y psicólogos capacitados para hacer esto pueden diagnosticar el trastorno del espectro autista.

En el sistema público, a veces se necesitan de 12 a 24 meses para obtener una cita para una evaluación. Para concertar una cita más rápidamente, es posible recurrir al sector privado, pero esto supone hacer frente a un importe monetario que en el sector público no hay.

¿Cómo intervenir?

El trastorno del espectro autista no se puede curar, porque no es una enfermedad, sino una condición del desarrollo neurológico. Sin embargo, se pueden poner en marcha medios para ayudar al niño afectado.

Tan pronto como los padres se ponen en lista de espera para una evaluación de su hijo, también deben esperar su turno para un centro de rehabilitación para discapacidades intelectuales y trastornos generalizado del desarrollo. Estos centros ofrecen, entre otras cosas, actividades de estimulación.