8 preguntas para comprender y ayudar a nuestro hijo autista
El autismo no es una enfermedad. Por otro lado, se trata de una discapacidad (no siempre lo es) de por vida que requiere una buena comprensión de los síntomas y una gestión eficaz. Veamos 8 puntos importantes para comprender y ayudar a nuestro hijo autista.
¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno del desarrollo neuropsicológico. Complejo, afecta a las personas de manera diferente, y cambia a lo largo del tiempo. Hoy se habla más de trastorno del espectro autista (TEA), y no tanto de autismo.
Aunque los investigadores no pueden identificar las causas específicas del TEA, saben que su origen es, de hecho, mecánico y biológico, y no está vinculado a la relación entre padres e hijos. Entran en juego factores genéticos. También sabemos que los niños se ven más afectados que las niñas.
¿Cómo se manifiesta el autismo?
Por un lado, afecta a las habilidades comunicativas – dificultades para expresar y regular las emociones – y, por otro lado, afecta a la percepción del entorno (comprender el mundo, pero también los pensamientos, intenciones y emociones de los demás).
El resultado es una serie de comportamientos: retraimiento en uno mismo, pasividad, aislamiento, reacciones “extrañas”, gestos repetitivos, rituales, intereses restringidos e inusuales, capacidad limitada de organización y planificación.
¿Los niños con autismo son menos inteligentes que los demás?
Las capacidades intelectuales de las personas con TEA varían desde una inteligencia superior hasta un retraso profundo y una inteligencia promedio. La gran mayoría de las personas con autismo necesitarán un apoyo significativo y personalizado durante toda la vida. Sin embargo, algunos de ellos adquieren cierto grado de autonomía.
¿Cuándo podemos detectar el trastorno autista?
En general, el TEA está presente desde el nacimiento (la prevalencia, se dice que es de 1 de cada 88, 100, 150 nacimientos, según diferentes estudios). Y los síntomas suelen aparecer entre los 0 y los 2 años de edad. Sin embargo, en los niños que no tienen problemas intelectuales o retraso significativo del lenguaje, el TEA solo se puede identificar desde el inicio de la escuela.
¿Cómo saber si nuestro hijo está afectado?
A menudo, signos reveladores de autismo en los niños:
- capacidad imaginativa limitada (no pueden “fingir” jugar), y
- resistencia al cambio (dan gran importancia a la rutina).
Otros rasgos comunes a los niños con autismo:
- menor sensibilidad a los estímulos táctiles, auditivos y visuales,
- percepción inusual de calor, frío o dolor.
Estos problemas, a menudo, se ven agravados por la ansiedad, trastornos del sueño o de la alimentación, arrebatos violentos de ira y autolesiones y, a veces, incluso trastornos psiquiátricos o enfermedades asociadas.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro hijo autista?
Aunque no existe una “cura” para el TEA, podemos ayudar a nuestro hijo a optimizar sus habilidades y, por lo tanto, vivir lo más plenamente posible en nuestra sociedad.
Esto comienza con un tratamiento temprano. Debemos ponernos en contacto con un centro de recursos para el autismo (el que corresponda a nuestra residencia) para que puedan realizar un diagnóstico preciso lo antes posible.
¿A quién acudir para el tratamiento de un niño autista?
Varios profesionales de la salud (psiquiatras infantiles, logopedas, fisioterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, etc.) pueden encargarse de tratar a nuestro hijo. Estos profesionales especializados deben estar capacitados en las últimas técnicas para intervenciones educativas específicas para el autismo (TEACCH, PECS, ABA). En todo momento, la familia debe saber todo sobre las terapias utilizadas y el avance del programa.
Escolarización de nuestro hijo autista
La escolarización es aún más importante para un niño con autismo, porque necesita una gran estimulación y modelos sociales para aprender copiando el funcionamiento social de los demás.
No obstante, debe hacerse a la medad de las necesidades del niño: reducción de horas, apoyo de un asistente escolar, y establecimiento de un proyecto escolar personalizado y adaptado.
Tampoco dudemos en acudir y apoyarnos en las asociaciones de padres de niños autistas para encontrar información práctica y concreta sobre el trastorno autista, la elección del equipo médico, las relaciones con la escuela, la formación profesional o las actividades de ocio.
Ayudar a nuestro hijo autista
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