Autoestima y autismo: cómo desarrollar la autoestima en su hijo con autismo
Autoestima y autismo: los niños en el espectro del autismo a menudo tienen más dificultades para desarrollar la autoestima que sus compañeros con desarrollo típico.
Un niño sano con autismo, a menudo, tiene más dificultades para desarrollar la autoestima que sus compañeros con desarrollo típico. Luchan por encontrar su valor y su propia identidad, y pueden tener dificultades para comprender su propio valor interno, especialmente cuando no siempre comprenden sus propias emociones.
Algunos consejos para ayudar a nuestro hijo en su viaje hacia la autoestima
#1 Encuentra su pasión
Ayuda a tu hijo a encontrar algo que le llame la atención, y haz que toda la familia lo apoye. Esto puede ser de gran ayuda cuando se sienten deprimidos por algo en lo que no son buenos o en lo que han fallado, y puedes cambiar su enfoque hacia algo en lo que son excelentes y disfrutan.
Deberías ayudarle a identificar cosas sobre sí mismo de las que estar orgulloso, y cosas que puede compartir con otros miembros de tu familia y compañeros, para iniciar conversaciones y desarrollar un sentimiento de importancia en su espacio social. Ya sea por amor al espacio, jugar al ajedrez o por una afinidad por los dinosaurios. ¡Dejemos que encuentre su nicho y brille con luz propia!
#2 Recuérdale que todo el mundo tiene días malos
Tener un mal día no significa que seamos una mala persona. Es importante recordarle a tu hijo que, a pesar de que habrá días en los que tendrá dificultades, esos días durarán solo 24 horas, y el día siguiente es una oportunidad para comenzar de nuevo.
Esto también le ayudará a aprender a perdonar los días malos de otras personas, cuando mamá grita aparentemente sin motivo, y cuando el abuelo está de mal humor durante la cena. Esas personas también pueden tener sus días malos, y eso no significa que no sean una buena persona.
#3 Hagámosle ver las diferencias de los demás y celebrémoslas
Hablemos a nuestro hijo sobre cómo algunas de las mejores personas en sus vidas son diferentes, y cómo esas diferencias ayudan a que sean quienes son. Celebremos las pequeñas peculiaridades de cada persona de nuestra familia, y concentrémonos en cómo ser diferente es algo de lo que enorgullecerse.
Hablemos sobre los rasgos de personalidad únicos de las personas, y los comparamos con los suyos. Hagamos que cada miembro de la familia describa sus cosas favoritas de los demás. Las escribimos y revisamos cuando nuestro hijo tenga un mal día o se sienta deprimido. ¡Diferente no significa inferior!
Técnicas basadas en evidencia para mejorar el comportamiento de nuestro hijo
#1 Crear “historias sociales”
Creemos “historias sociales” para discutir posibles situaciones que provoquen estrés, antes de que ocurran (como “tener una fiesta de pijamas” o “almorzar en la escuela”). Una experiencia de aprendizaje visual demuestra cómo gestionar la experiencia de manera apropiada y segura, y muestra ejemplos de mecanismos de afrontamiento efectivos a pesar de las posibles situaciones incómodas.
#2 Pensamientos – Sentimientos – Comportamientos
Si es posible, discutamos el concepto de pensamientos que afectan a los sentimientos que conducen a comportamientos. Comprender esta conexión puede ayudarte, a ti y a tu hijo, a identificar qué situaciones le causan incomodidad, y algunos de los orígenes de sus sentimientos. Una vez que se identifican pensamientos específicos sobre situaciones, se pueden seleccionar pensamientos y comportamientos positivos más apropiados. Este es el marco básico de la terapia cognitivo-conductual.
#3 Pensamiento crítico
Ayudemos a nuestro hijo a pensar críticamente sobre sus suposiciones. Si él / ella hace afirmaciones definitivamente negativas sobre sí mismo, le preguntamos: “¿Es eso completamente cierto?” Luego explicamos los rasgos positivos del niño. Esto ayuda a entrenar al niño en la autodirección positiva combinada con el pensamiento crítico.
#4 Esforzarse es positivo
Elogiemos los intentos de buen comportamiento de nuestro hijo, no solo los éxitos completos. Esto ayudará a nuestro hijo a comprender que, incluso si no lo logramos, esforzarnos los suficiente también puede tener resultados positivos y puede ayudarnos a aprender para la próxima vez.
#5 Encontrar vías para que se exprese
Animemos a nuestro hijo a expresarse a través del arte u otras pasiones. Pintar, tocar un instrumento musical, dibujar y bailar son excelentes formas de expresión. Cuando nuestro hijo encuentre algo que le apasione, ¡participemos en la actividad en familia! Después de encontrar algo que le guste a nuestro hijo, podemos comenzar a modelar tareas sociales, como turnarse y compartir.
#6 Terapias de apoyo específicas para autismo
Si nos lo podemos permitir económicamente, inscribamos a nuestro hijo en terapias de apoyo específicas para el TEA. busquemos un grupo de apoyo para padres, y asegurémonos de reservarnos un tiempo para cuidarnos a nosotros mismos.
Autoestima y autismo
La investigación sobre el trastorno del espectro autista (TEA) ha avanzado mucho, con muchas terapias diferentes disponibles según la situación específica de nuestro hijo. Desafortunadamente, muchas de estas terapias requieren mucho tiempo y son costosas.
La pandemia actual de COVID-19 complica aún más este problema. Es esencial que comencemos a ayudar a nuestro hijo a reentrenar su pensamiento en torno al diálogo interno negativo.
A medida que nuestro hijo se vuelve más consciente de su pensamiento y desarrollo, será más difícil deconstruir la opinión. Comencemos trabajando con nuestro hijo en sus patrones de pensamiento, y ayudémosle a ver las muchas cosas que lo hacen increíble y maravilloso.
Autoestima y autismo
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