Para una familia, tener un hijo autista conlleva, inevitablemente, un mayor sentido de responsabilidad y situaciones que no siempre son fáciles de afrontar.

En particular, cuando se trata de niños, saber que nuestro hijo está afectado por el trastorno del espectro autista (TEA) nos lleva informarnos y adoptar las mejores soluciones para garantizar que el niño pueda vivir una vida digna, sin demasiado límites ni restricciones. Trastorno autista: criar a un niño afectado.

¿Qué es el trastorno del espectro autista?

El trastorno del espectro autista, también conocido simplemente como autismo, es un trastorno del neurodesarrollo. Afecta principalmente al lenguaje y la comunicación, la interacción social, y la adopción de comportamientos estereotipados y repetitivos.

Por supuesto, existen diferentes niveles del trastorno autista y, en relación a esto, una o más áreas de todo el cuadro genérico de la persona pueden verse comprometidas.

La búsqueda en la historia del término autismo muestra cómo el primer uso se remonta al siglo XX. De hecho, fue en el año 1912 cuando Eugene Blueler utilizó este término para referirse a los síntomas asociados a la esquizofrenia. En 1943, el término se utilizó específicamente en el campo del diagnóstico.

¿Cómo se manifiesta el trastorno del espectro autista?

Hablando de autismo en los niños, por supuesto, la participación y el papel de la familia es fundamental. En este sentido, es recomendable contactar con expertos que puedan seguir al niño. Y proponer intervenciones psicoeducativas con el fin de explicar y facilitar la comprensión del cuadro clínico, y los cambios necesarios para vivir una vida cotidiana más serena.

En algunos casos, también se recomienda solicitar la intervención y apoyo de expertos psicológicos, ya que la carga de responsabilidad, ansiedad, y miedos relacionados con el espectro autista podrían agravar aún más la ya delicada condición de la familia.

El trastorno del espectro autista, TEA, es un trastorno que puede tener efectos cotidianos más o menos graves en el niño que se ve afectado por él, así como en toda la familia.

Los síntomas de este trastorno incluyen dificultades obvias de comunicación y relación, dificultades para comprender los pensamientos de los demás, dificultades para expresarse a través de palabras y gestos. Y, nuevamente, la adopción de movimientos corporales estereotipados y repetitivos como, por ejemplo, mecerse o aplaudir.

¿Cómo educar a un niño con autismo?

El autismo tiene varios niveles que, inevitablemente, conducen a diferentes síntomas, límites y consecuencias. Al tratarse de un trastorno de salud, el principal consejo es buscar la opinión e intervención de profesionales expertos, con el fin de comprender la realidad del cuadro clínico, y adoptar las conductas y estrategias necesarias para crear un entorno estimulante con pocos peligros para el niño.

Sin embargo, en términos generales, se podría argumentar que la creación de una rutina general es muy importante para la vida del niño. Esto resulta útil, sobre todo, porque el niño tendría la oportunidad de conocer el mundo de manera ordenada.

También sería recomendable adoptar horarios con imágenes, que son útiles para explicar al niño las actividades que se realizarán a lo largo del día.

Trastorno autista: criar a un niño afectado