¿Alguna vez se ha preguntado qué significa vivir con alguien con trastorno del espectro autista a diario?
Autismo: síntomas y desafíos. En los niños, el autismo suele diagnosticarse alrededor de los 3 años de edad en adelante. Sin embargo, esta supuesta “detección temprana” tiene deficiencias: se debería intervenir entre los 18 y los 24 meses para obtener un mayor éxito.
Las formas más graves de autismo se diagnostican temprano. Sin embargo, los casos más leves pueden aparecer más tarde en la niñez, o en la adolescencia, ya que estos niños tienen suficientes habilidades intelectuales para compensar. Y es durante las transiciones escolares, o en situaciones estresantes, cuando aparecen los síntomas.
Otra forma de comunicarse
Alrededor de tres cuartas partes de los niños con trastorno del espectro autista (TEA) tienen un trastorno del lenguaje oral asociado. Pero no todos los trastornos del lenguaje hablado son evidencia de un TEA.
Verbalizar sus necesidades es particularmente difícil para una persona con autismo, y puede generar frustración e ira.
Probablemente, la parte más difícil para muchos niños con autismo es seguir las reglas, incluidos los códigos sociales, y saltar de una tarea a otra. Necesitan recordatorios visuales y vocales para detallar el horario de cada uno de sus días. Por ejemplo, debemos recordarles todas las noches qué clases tienen al día siguiente. A veces pueden aceptarlo muy bien, pero otras no.
La escuela, un contexto difícil
El contexto escolar no parece el más apropiado para algunos niños con autismo.
A algunos niños con autismo puede costarles quedarse en el aula con sus compañeros, porque quizás no les gusta la estructura (la forma en que se sientan en clase, las mesas en fila, etc.).
Pueden ser capaces de terminar su trabajo con constantes recordatorios. Sin embargo, es posible que estén aburridos, y preferirían trabajar en temas relacionados con sus “intereses especiales” (rápidamente se convierten en expertos).
El diagnóstico de autismo puede resultar abrumador. Sin embargo, es importante comprender mejor los problemas que surgen y quitar algo de sentimiento de culpa a los padres.
El autismo es un trastorno del espectro cuyas manifestaciones pueden diferir mucho de una persona a otra. Como se suele decir, si conoces a una persona con autismo, entonces solo conoces a una persona con autismo, no conoces a todo el espectro.
Algunos niños son súper tranquilos, mientras que otros niños autistas pueden ser hiperactivos. Algunos comen solo ciertos alimentos, y otros comen de todo. Unos duermen muy bien, otro no. A algunos les encantan que los abracen, a otros no. No podemos definir a un niño autista con una definición global. Todos ellos son especiales.
Interactuar con una persona con trastorno del espectro autista
- En el cerebro de las personas autistas se capturan sonidos, luces, texturas, todos simultáneamente y sin distinción de intensidad, lo que puede resultar agotador y muy difícil de experimentar. Hablemos con calma y tengamos paciencia.
- Podemos apoyar a la persona con autismo ayudándola regularmente a organizarse para sus tareas diarias.
- Comentemos con la mayor frecuencia posible sobre sus respectivas emociones, incluso si eso significa exagerarlas para identificarlas mejor.
- Encontremos compromisos con los maestros para hacer la vida escolar más placentera (disposición del aula, alusiones a las pasiones del niño dentro del plan de estudios de la escuela, etc.).
- Utilicemos la red de médicos y apoyos de nuestra zona de residencia.
Autismo: síntomas y desafíos
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