Beneficios de la intervención preventiva temprana para reducir la gravedad de los síntomas de autismo

Si los niños con signos de trastorno del espectro autista reciben tratamiento preventivo desde la infancia, se reduce la probabilidad de un diagnóstico a la edad de tres años. Así lo demuestra un estudio elaborado por científicos australianos. La intervención temprana reduce el nivel de autismo.

Por lo general, la terapia para un trastorno del espectro autista (TEA) comienza después de que se ha diagnosticado, lo que generalmente se realiza a partir de los tres años. Un estudio de la revista JAMA Pediatrics sugiere que la terapia preventiva tiene un efecto positivo en la evolución de este trastorno del desarrollo, y que la intervención temprana reduce el nivel de autismo diagnosticado posteriormente.

Un equipo dirigido por el experto en autismo, el profesor Dr. Andrew Whitehouse, de la University of Western Australia, en Perth, reclutó a 104 niños, de entre 9 y 14 meses, que mostraban comportamientos que sugieren un nuevo trastorno del espectro autista en el futuro.

De estos, 50 niños recibieron, además de la atención básica, una intervención de vídeo denominada BASIS para promover la crianza positiva (BASIC-VIPP). En esto, los padres fueron instruidos en diez sesiones de vídeo con un terapeuta durante un período de cinco meses sobre cómo pueden comunicarse e interactuar positivamente con sus hijos. Se filmaron las parejas de padres e hijos, y se evaluaron las interacciones. Además, se les dio tarea a los padres para mejorar la interacción con sus hijos. 54 niños que habían recibido solo terapia convencional para el autismo sirvieron como controles.

Beneficios de la intervención temprana preventiva

Los niños fueron examinados al ingresar al estudio, al final de la intervención y a las edades de dos y tres años. Se pudo observar a 89 niños durante todo el periodo. En el grupo de intervención, 3 de 45 niños (6,7 por ciento) habían sido diagnosticados con TEA, en el grupo de control eran 9 de 44 niños (20,5 por ciento). En general, la intervención condujo a una reducción de la gravedad de los síntomas en un factor de 5,5.

Los autores ven las primeas indicaciones en sus datos de que los niños con signos de TEA posterior, pueden beneficiarse de la terapia preventiva temprana. El esfuerzo terapéutico es relativamente bajo, y la intervención no presenta efectos secundarios. Sin embargo, se necesitan más estudios con un mayor número de sujetos, y un seguimiento hasta la edad adulta para probar el efecto, dice la publicación.

La intervención temprana reduce el nivel de autismo