Me llamo Maite y mi niño Vicent es autista, y un disfrutón de la vida.

Mi relación con el autismo se puede considerar corta, pero no por ello ha dejado de ser muy intensa.

Mi peque no hablaba, pero como siempre me habían contado que yo tardé mucho en hablar, pues no me preocupaba mucho. Pero al llegar el último año de guardería, cuando lo llevaba y lo recogía, veía que mi niño era el más bebé. Y ahí levanté las orejas y me puse a investigar.

Ya la pediatra me había dicho que no me preocupase (muy típico). Y yo comencé a reventar Google, y todo me llevaba a lo mismo, el autismo. Desde ese momento hasta el diagnóstico pasaron ocho meses que fueron los más duros. En ese espacio de tiempo yo pasé el duelo, no con todas las fases, pero casi. Y el día que me dieron el diagnóstico me puse a bandera y comencé a divulgar y explicar por las redes sociales cómo es mi niño.

Por eso el 2 de abril es el día para gritarlo. Es súper importante que se sepa qué es, para todo. Hasta creo que si las familias supieran bien qué es, cuando se realiza el diagnóstico daría menos sofocón.

Yo solo tengo un niño, por lo que, al no conocer otra crianza, para mi esta es la normal. Quizás sea diferente, pero no por ello es menos bueno. Como digo muchas veces, llevo a mi niño a terapias no para ocultar su autismo, sino para ayudarle a entender su entorno y el contexto de este.

Como madre, me ha supuesto un poco más de esfuerzo de reconstrucción. Yo que era una loca de los tiempos, ahora los tiempos los marca él. Yo que hablaba súper rápido, tanto que ni vocalizaba, ahora parezco Alexa hablando. Yo que en mi adolescencia quería ser la popular, ahora lo soy. Siempre he hablado con frasecitas y refranes, y ahora estoy hablando como debe ser. Y creo que estoy jugando como en mi vida lo hice.

Me estudié y practiqué el método Denver para familias. Me estudié el libro Hablando… nos entendemos los dos. Y compensa, vaya que si compensa. Tengo claro que soy la persona de referencia, y tengo que hacer mi papel.

La suerte es que tengo un niño súper currante. Me tiene enamorada con sus ganas, orgullosa hasta las lágrimas.

Ahora le pido a la sociedad, a la sanidad, a la educación, que no se cargue la felicidad de mi hijo, que tanto nos estamos currando. Diagnósticos más rápidos. Atención temprana de calidad, sin límite de edad y gratuita. Recursos en educación y aceptación en el mundo laboral.

Maite J

@BesitosMama

Me llamo Maite, y mi niño Vicent es autista