Las diferentes formas de autismo deben verse de manera realista, y no deben juzgarse, trivializarse o compararse entre sí
El autismo describe una variante del desarrollo del cerebro, la información se procesa y se vincula de manera diferente que en las personas neurotípicas. Esto es particularmente evidente en las áreas de percepción, comunicación e interacción social y, por lo tanto, tiene un impacto en todas las áreas de la vida cotidiana. El espectro autista: información breve.
El autismo no se debe a “errores en la educación”. El autismo es innato. No es una enfermedad en el sentido de que la medicación, la dieta o la terapia puedan curarla.
El espectro autista: información breve
El autismo es muy diferente. Algunas personas autistas hablan, otras no. Algunos siempre necesitan ayuda, otros pueden llevar una vida independiente. Cada persona autista es diferente, al igual que cualquier otra persona se diferencia de sus semejantes.
Una percepción especial es común a todas las personas autistas. Esto significa que las impresiones sensoriales, como la vista, el gusto, el oído, el olfato y el tacto son demasiado fuertes, demasiado débiles o retrasadas. Las impresiones no se pueden filtrar a veces, todo es igualmente ruidoso, igualmente brillante, etc. Dado que demasiados ruidos, demasiadas luces, toques sorprendentes, demasiadas preguntas y en general impresiones extrañas son a veces abrumadoras y causan dolor, también hay reacciones impulsivas como gritar, patear o huir.
Al estar con personas autistas, a menudo surgen malentendidos, porque a menudo entienden el lenguaje literalmente y, por lo tanto, no puedes descifrar automáticamente la ironía y los modismos. Las personas autistas no siempre pueden interpretar automáticamente el lenguaje corporal y las expresiones faciales.
Las reacciones extrañas y los malentendidos no son causados por la mala voluntad, sino que surgen debido a la percepción especial de las personas autistas.
Las personas autistas tienen muchas buenas cualidades, y las personas con autismo pueden enriquecer el mundo con su punto de vista. No es necesario que se condicione su comportamiento para que se adapten.
Es importante hablar con las personas autistas, y no solo sobre ellas. Dependiendo del grado de autismo, muchas pueden llevar una vida autónoma, y pueden defender sus necesidades por sí mismas.
Algo más de detalle sobre el espectro del autismo
Los investigadores asumen que las formas autistas, como el autismo en la primera infancia, el autismo atípico y el síndrome de Aspergerr son un espectro que va desde formas muy leves hasta formas graves de un trastorno del desarrollo que comienza en la primera infancia.
Por lo tanto, el nuevo DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) y el ICD-11 (base para el diagnóstico en España), todas las formas están agrupadas en una única categoría de trastorno del espectro autista.
El diagnóstico se realiza en diferentes grados de gravedad: leve, moderado y grave.
Se presta especial atención a los criterios de diagnóstico:
- Trastorno de interacción social.
- Trastorno de la comunicación.
- Comportamientos estereotipados y repetitivos.
- Intereses fijos.
Los síntomas ya deben ser reconocibles en la primera infancia, incluso si algunas dificultades no aparecen hasta más tarde en la vida, por ejemplo, debido a las crecientes demandas sociales.
Actualmente, la práctica muestra que tomará mucho tiempo para que la división tradicional de tres vías (primera infancia / atípica / de Asperger) desaparezca de nuestro uso lingüístico.
Qué es importante en este contexto
Independientemente del desarrollo del trastorno espectro autista, los problemas y desafíos no deben trivializarse ni compararse entre sí.
Los autistas que “funcionan” bien en el exterior y buscan un trabajo, por ejemplo, tienen una enorme presión para adaptarse, que tienen que contrarrestar con un alto nivel de compensación. No es infrecuente que esto conduzca a disfuncionalidades periódicas y situaciones de emergencia que no pueden compararse con el esfuerzo normal o los altos niveles de estrés en personas neurotípicas.
Asimismo, los síntomas del (anterior) autismo de a primera infancia no deben reducirse a un desarrollo posterior del lenguaje y, quizás, a una discapacidad intelectual adicional. Lamentablemente, esto se repite una y otra vez, e ignora la realidad. Las necesidades de cuidados de estas formas de enfermedad, que son graves según la nueva definición, son enormes, y muchas de ellas requieren una supervisión y un cuidado continuos. Al mismo tiempo, las personas autistas en la primera infancia, lamentablemente, a menudo se subestiman en términos de sus capacidades cognitivas.
Las diferentes formas de autismo deben verse de manera realista, y no deben juzgarse, trivializarse o compararse entre sí.
El espectro autista: información breve
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