Diagnóstico temprano de los trastornos del espectro autista
El diagnóstico temprano del autismo puede mejorar significativamente el pronóstico de los niños con TEA, y la calidad de vida de sus familiares.
El autismo se manifiesta dentro de los primeros tres años de vida, y se caracteriza por un conjunto de condiciones que involucran severas discapacidades en la interacción social, comunicación, habilidades imaginativas y conductas repetitivas.
Actualmente preferimos hablar de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). El diagnóstico generalmente no se formaliza antes de los 3-4 años (aunque es posible reconocer las señales de riesgo de un trastorno de la comunicación y la interacción social a partir de los 18 meses). Su definición ya se considera confiable a los 24 meses si la realizan profesionales experimentados en el reconocimiento de los primeros signos de una disfunción sociocomunicativa.
Dificultades de los niños con autismo
Los niños con autismo tienen dificultades para interactuar adecuadamente con los demás, tienen un comportamiento no verbal deteriorado (como mirada directa, expresión facial), incapacidad para desarrollar relaciones con sus compañeros, falta de investigación espontánea para compartir alegrías e intereses con otras personas.
En cuanto a las habilidades del lenguaje, estos niños presentan una alteración cualitativa de la comunicación que se expresa en retraso o falta total del lenguaje hablado (no acompañado de un intento de compensación mediante el uso de gestos), uso de lenguaje estereotipado y repetitivo o excéntrico, dificultad para participar en juegos de simulación (o juegos en los que el niño usa su imaginación como, por ejemplo, ofrecer comida al osito de peluche…).
Estas dificultades resultan en actividades e intereses restringidos, repetitivos y estereotipados, como aplaudir y retorcerse las manos o la cabeza, y un interés persistente en partes de objetos.
Existe un consenso generalizado sobre el hecho de que el diagnóstico y el consiguiente inicio de una intervención temprana pueden mejorar significativamente el pronóstico de los niños con TEA, y la calidad de vida de sus familias.
Por lo tanto, para lograr este objetivo, es crucial identificar las mejores prácticas para la detección y el diagnóstico de TEA ya en las primeras etapas de desarrollo.
Diagnóstico temprano del autismo
Es necesario implementar programas que permitan la identificación y el tratamiento tempranos (según el Early Start Denver Model).
Por una parte, está el cribado y diagnóstico muy precoz de los trastornos del espectro autista, que implica el uso de herramientas para detectar la presencia de señales de riesgo en el grupo de edad de 12-18 meses, en cuanto a posibles trastornos del desarrollo de la comunicación y / o interacción social.
Por otra parte, es necesario desarrollar e implementar un protocolo terapéutico diagnóstico compartido e integrado para el diagnóstico y atención temprana de niños con TEA mediante el uso de la escala de evaluación M-CHAT, basada en la observación de algunas conductas del niño.
El uso de las herramientas adecuadas por parte del pediatra, permite la detección temprana de riesgos para el desarrollo de un trastorno del espectro autista.
Diagnóstico temprano del autismo
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