Maneras sencillas de ayudar a un niño con autismo a dominar las matemáticas

¿Qué asignatura escolar ha dado lugar a más canas en los padres que todas las demás asignaturas juntas? No es demasiado difícil adivinar que la respuesta es las matemáticas. Veamos cómo ayudar a un niño con autismo con las matemáticas.

Las matemáticas pueden ser una lucha para cualquier niño, pero los estudiantes con trastorno del espectro autista (TEA) a menudo se encuentran con algunos desafíos únicos en lo que respecta a las matemáticas.

Madres y padres de niños con TEA saben que la constancia es clave, tanto para mantener las habilidades matemáticas en el camino correcto, como para mantener la frustración y los colapsos al mínimo.

Enseñar matemáticas a estudiantes con autismo

Veamos algunas ideas sobre lo que suele funcionar en la enseñanza de matemáticas para estudiantes con autismo.

#1 Hacer conexiones con el mundo real

Para los niños en el espectro, algunos de los conceptos más abstractos en matemáticas pueden presentar un problema. Como pensadores concretos, en blanco y negro, puede resultarles difícil comprender una idea nebulosa que no tiene una aplicación práctica obvia.

Es importante que los estudiantes con autismo no sientan que una lección de matemáticas es “inútil”. La clave está en ayudarles a ver la importancia en el mundo real de ese concepto en particular. Eso ayudaría a su comprensión y motivación.

Por ejemplo, podemos dejarle pagar los artículos adquiridos en la tienda, y practicar sumar y restar, multiplicar y dividir en el proceso. O podemos llevarle a un museo de ciencias, para que experimente cómo las matemáticas afectan a la tecnología y a la ciencia, de una manera práctica.

#2 Proporcionar un refuerzo positivo adicional

Todos los niños se benefician del refuerzo positivo en matemáticas, pero el desafío adicional de decodificar las señales sociales, hace que la retroalimentación positiva clara sea aún más vital para los estudiantes en el espectro.

No hay que escatimar en elogiar el progreso matemático de nuestro hijo o nuestro alumno con TEA.

#3 Introducir cambios lentamente

El cambio es inevitable, pero a veces también es difícil para los niños en el espectro del autismo. desafortunadamente, la clase de matemáticas está llena de cambios: nuevos conceptos, nuevos enfoques para resolver problemas, nuevos métodos de enseñanza, y eso puede hacer que el aprendizaje sea aún más difícil.

Es recomendable introducir los cambios lenta y gradualmente. Si sabemos que el maestro del año anterior usó muchos vídeos para enseñar conceptos matemáticos, y sabemos que el maestro del próximo curso usará mucho más trabajo de los estudiantes en una pizarra inteligente, podemos comenzar a hablar de este cambio con nuestro hijo durante el verano. Incluso, podríamos conseguir una pizarra o las aplicaciones que podría utilizar. De esa manera, cuando regrese a la escuela, nuestro hijo ya se sentiría cómodo con este cambio en la enseñanza de matemáticas.

#4 Proporcionar atención individualizada

Cada estudiante tiene diferentes necesidades matemáticas. Algunos niños aprenden visualmente, mientras que otros son más prácticos. Algunos estudiantes tienen problemas con la geometría, pero vuelan a través del álgebra (o viceversa). Y, dentro de esas categorías, cada estudiante tiene conceptos que le parecen más difíciles o más fáciles, solo dependiendo de cómo estén conectados.

La mejor manera de ayudar a nuestro hijo con autismo a tener éxito con las matemáticas es lograr que se le preste atención personalizada, para asegurarnos de que se satisfacen sus necesidades matemáticas específicas y únicas. Ya sea que esto signifique trabajar con ellos nosotros mismos, conseguir un tutor privado, o encontrar un programa online que personalice sus tutoriales en torno a evaluaciones de sus fortalezas y debilidades únicas, es la pieza más importante del rompecabezas.

Y proporcionarle a nuestro hijo esa ayuda individual en matemáticas durante las vacaciones de verano, lo ayudará a mantener las habilidades matemáticas que ya ha trabajo tan duro, para estar listo para comenzar el siguiente año escolar con un mínimo de disgusto.

En resumen: cómo ayudar a un niño con autismo con las matemáticas

Así que llevemos a nuestros hijos al museo de ciencias. Digámosle lo increíble que es, y ayudémosle a prepararse para los cambios que traerá el próximo curso. Y, lo más importante, averigüemos cuáles son sus necesidades matemáticas únicas, y proporcionémosle esa atención personalizada que le ayudará a prosperar hoy, el próximo año y el resto de su vida.

Cómo ayudar a un niño con autismo con las matemáticas